lunes, 14 de diciembre de 2015

IDEA

 
     Vivo en la esperanza de la ansiada paz mundial, en el fin de las guerras y conflictos que generan toda clase de desigualdades e injusticias. Vivo en la creencia firme de la erradicación absoluta de la hambruna creada por este injusto Sistema que somete a dos tercios de los seres humanos privándoles de las necesidades más básicas y negándoles así de disfrutar de la total grandeza de la Vida. Mientras que el tercio restante, liderada por una élite megalomaniaca, derrocha a espuertas toda clase de recursos.

    Vivo muriendo en la progresiva y paulatina desesperación generada por la impotencia de ver en esta vida como se materializan mis utópicos anhelos. Pues nada mas abrir los ojos y emprender el camino del día a día no paro de tropezarme una y otra vez con la infinidad de zancadillas que se me oponen para hacer REAL este único pensamiento indispensable para la supervivencia de la raza humana y la sostenibilidad del resto de los seres vivos y del planeta en el que habitamos, conectados todos en una simbiosis mortal de necesidad y en un futuro no muy lejano, inevitablemente colapsados, debido, principalmente, a las acciones antinaturales de un ser humano vanidoso y egocéntricamente endiosado. Dando como resultado el desequilibrio global y afectando al total de las partes. Radicalmente postergado, actualmente, este ideal de renovación y purificación de vuelta a nuestras raíces, a pesar de su prioritaria importancia, a la mas salvaje e inhumana de las indiferencias.

    Y aún además de intentar sostener sobre mis hombros esta inabarcable carga, mi incrédula mente, alimentada por mi insignificante pequeñez, en abrumadora comparación con el vasto e infinito medio donde habito, son los primeros obstáculos a los que me veo obligado a enfrentar y sortear, mucho antes de salir al exterior de mi alcance personal, para tener que arremeter contra todos y cada uno de los miedos y complejos del resto de la humanidad.

    Me estrello, una y otra vez, con una masa deforme, llena de vicios y falta de autoestima, sin integridad ni ninguna moralidad. Un rebaño fácilmente manipulable que se deja arrastrar por el mas mínimo cambio en las modas pero radicalmente opuesto a mover ni un solo dedo por la búsqueda del verdadero sentido de la Vida. Un inmenso banco de insípidos e incoloros seres dispuestos siempre a ser y estar en errática comunión con el vacío existencial. Una masa nerviosa y débil que se cree fuerte unida a la mayoría. Siendo justamente esta etérea fantasía la que la delata de su inmensa IGNORANCIA. Pues pensar que en la mayoría reside la verdad, es como si el sumar uno mas uno mágicamente, concediera el poder divino de la clarividencia y omnisciencia, manteniendo su necedad en la mas firme de las equivocaciones. Es por eso que cuanto mas solo y mas incomprendido me encuentro, mas seguro me siento de andar por el camino correcto. Pues los ojos de la Verdad no entienden de números ni pesos ni tamaños.

    Así pues, mi andar nunca podrá ser detenido por amenazas, ni balas. Pues no estoy hecho de carne ni huesos, ni sangre, ni materia corrupta. Soy una IDEA y por mucho que me torturen o me encierren y encadenen, mi mas pura esencia nunca podrá ser encerrada ni encadenada ni lastimada, ni tan siquiera rozada ni empañada por la ponzoña de aquellos que por sus propias acciones se encierran, se torturan y se hieren hiriendo a otros.


    Ya que esta idea, la IDEA, es mas que mi cuerpo, mas que mi mente. No se puede nombrar pues no tiene NOMBRE, no se puede explicar porque no tiene explicación. No depende de las subidas o bajadas de los valores en bolsa, no responde a ninguna moda ni a ninguna ley, ni a ningún patrón ni lógica conocida. Está en aquel pensamiento puro que llena cada acción altruista inconsciente, sin ningún tipo de interés mas que la de alumbrar el camino de los hombres. La IDEA vive en el corazón de los niños, está detrás de la sonrisa de los delfines. La IDEA es salvaje como la propia naturaleza, hermosa, pura, graciosa, llena de luz, color y calor. Es la banda sonora de la vida. Es la Sal de la vida, la Gracia, el Duende…

    La IDEA es, ha sido y será por SIEMPRE. Esta mas allá del Bien y del Mal. Es el Todo y la Nada, es el Principio y el Fin. No puede ser llamada ni olvidada. Vive por si misma y no necesita a nada ni a nadie para su propia realización. Todo y todos llevamos dentro a la IDEA. Es la vida y la muerte y la Vida…

La IDEA sencillamente ES.

viernes, 23 de octubre de 2015

TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS

   Somos TODOS y CADA UNO de nosotros los que compramos en los grandes centros comerciales (y no en los pequeños comercios) aparatos de todo tipo, marca y modelo de dudosa utilidad con una fecha de caducidad programada (a sabiendas!) con mucho menos tiempo de vida de lo que en realidad deberían de durar (obsolescencia programada).

   Somos TODOS y CADA UNO de nosotros los que nos vestimos de marca a precios desorbitados, prendas elaboradas por mano de obra barata en países del tercer mundo explotados por sueldos miserables.

   Somos TODOS y CADA UNO de nosotros los que comemos lo que nos echen, pollos engordados con piensos adulterados, carne y leche producida en ganaderías industriales donde los animales son maltratados y hacinados en pésimas condiciones higiénicas, alimentos transgénicos o productos elaborados con aditivos químicos. Principales causantes, todos ellos de provocar las enfermedades populosas del siglo XXI (trastornos de la alimentación, intolerancia a la lactosa, diabetes, celiaquía, enfermedades vasculares, cáncer…) y los seguimos consumiendo al día siguiente aún a pesar de las consecuencias REALES provocadas por su consumo.

  Somos TODOS y CADA UNO de nosotros los que adquirimos un coche (o dos?) que funciona solo y exclusivamente con gasolina contaminando gradualmente nuestra atmósfera con el CO2 resultante de la combustión del hijo predilecto derivado del petróleo. Somos TODOS y CADA UNO de nosotros los que anteponemos la adquisición de tecnología inútil que nos nubla el sentido y la razón, y que cual droga, necesitamos desesperadamente poseer, aún a crédito, para estar a la ÚLTIMA?!?! (el último móvil, la última tablet, la última Play-Station…).

  Anteponiendo siempre nuestros arrebatos adquisitivos egocentristas a la consecuente degradación del medio-ambiente en favor de la destrucción paulatinamente progresiva de nuestro querido y ÚNICO hogar-planeta Tierra. Sin recabar en el hecho de que todos estos productos no se fabrican de la nada, si no que son creados a partir de la explotación salvaje de minas del mineral deseado o de la deforestación masiva de las selvas amazónicas o de…(mas de los mismos).
 
Literalmente, estamos terminando de aparcar el cerebro y el sentido común en aras del consumismo compulsivo, arrastrados sutilmente por cada uno de los 7 pecados capitales, que aún siendo capitales no significa que sean menores a los mortales ya que al ser masivos se hacen incluso mas nocivos y letales. Al alcance todos ellos de ateos y no ateos, sin creer en dioses ni demonios, mas que en la vida y en la muerte de TODOS y CADA UNO de los seres vivos (animales, plantas, niñ@s, mujeres y hombres) que por suerte o por desgracia compartimos el mismo espacio y tiempo.

   Y día a día, en cada transacción económica, compra o venta, euro a euro, dólar a dólar, libra a libra…vamos cediendo terreno a la lógica natural y al menos común de los sentidos, dejándonos enredar por cualquiera que nos cante una bella mentira disfrazada de falsa felicidad. Siglos y siglos de violaciones, vejaciones, timos, extorsiones, sobornos, chantajes y lavados de consciencia.

   No es una casualidad que nos encontremos donde estamos, es mas bien una CAUSALIDAD de todos y cada uno de los pasos dados anteriormente en el pasado hasta llegar hasta aquí.  Y ahora que nos queremos dar cuenta ya es demasiado tarde. Después de tanta vuelta de tuerca ni siquiera recordamos como deberíamos de ser y que es lo que deberíamos de hacer para vivir acorde con nuestra propia esencia y verdadera naturaleza humana. Estamos perdidos, desorientados, caminando a ciegas, atraídos por unas fuerzas poderosamente invisibles hacía el agujero negro del inevitable COLAPSO.


  Ya que, como se ha demostrado a lo largo y ancho de la historia de la humanidad, somos TODOS y CADA UNO de nosotros los que decidimos en cada momento el rumbo de la humanidad hasta llegar a esta sociedad “civilizada”. Los que hemos callado o los que hemos apoyado a un bando u a otro, los que nos hemos levantado en armas o los que hemos salido a la calle pacíficamente. O los que, actualmente y de manera masiva, nos dejamos embaucar, contagiándonos por la apatía reinante por no enfrentarnos a nuestros miedos y complejos. Así de sencillo, metódicamente, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, somos los verdaderos artífices del panorama global, como lo fueron nuestros padres en el pasado, como lo somos así, nosotros, en el presente y como lo serán nuestros hijos en el "futuro"??!?!

   Y mientras dejamos vagar nuestros pensamientos mas primarios y nos centramos en conceptos e ideas mas “prácticas”, la vida se va complicando, segundo a segundo, minuto a minuto en cada respuesta “pasiva/activa” de TODOS y CADA UNO de nosotros. Y mientras tanto vamos dejando cadáveres a nuestro paso. Víctimas de carne y hueso con nombres y apellidos. Pueblos y ciudades, países enteros sometidos al sagrado y divino cambio de divisas, a la tiranía del libre comercio y a las normas impuestas por los dioses del Olimpo del FMI y el BM. Continentes enteros expoliados por las omnipresentes y omnipotentes corporaciones alimentadas por TODOS y CADA UNO de nosotros en cada céntimo que les entregamos deliberadamente por pura VANIDAD, CODICIA, LUJURIA, GULA…

   Nunca hemos estado tan informados y a su vez tan desmotivados. Aún con los resultados en la mano, con los datos y las consecuencias reales y palpables que se estrellan en nuestra cara cada día en cualquier noticiario, nos vemos, inexplicablemente incapaces e impotentes de ponerles freno. Y es que este sistema en que vivimos lleva muchos siglos y milenios perfeccionandose, investigando, analizando y experimentando con el lado mas oscuro de la raza dominante. Y es en esta nueva era del 2.000 donde el “futurismo” ha encontrado la manera perfecta de mimetizarse y esclavizarnos con NUESTRO consentimiento sin darnos si quiera cuenta, en cada vuelta de tuerca.

Los dueños de este mundo conocen perfectamente la debilidad humana. Este estilo de vida que nos domina con nuestro consentimiento y que nosotros mismos damos forma día a día y por propia voluntad, tiene como base fundamental la “libertad” de elección y la “libre” sumisión del mismo. “Nadie nos pone una pistola en la cabeza”. Somos, TODOS y CADA UNO de nosotros los que nos entregamos deliberadamente a la entidad correspondiente sin rechistar. El imperio moderno no se ha forjado bajo la dominación física ni mental sino ECONÓMICA. Este CAOS en el que vivimos está plenamente consentido por TODOS y CADA UNO de nuestros pecados y personificadas por TODAS y CADA UNA de nuestras debilidades.

   Somos TODOS y CADA UNO de nosotros los verdaderos culpables de esta sociedad y de sus consecuencias, protagonistas de todos y cada uno de los titulares (mejores o peores) que cada día encabezan los periódicos. Ya que el sistema capitalista solo se rige por la compra-venta, por la adquisición y por el consumo, pero sobre todo por el BENEFICIO, anteponiendolos al desarrollo sostenible, a la INDISCUTIBLE conservación  medio-ambiental en favor de la devaluación de los VALORES humanos sobre los valores en BOLSA de las psico-virus corporaciones dirigidas y proyectadas por los mismos seres humanos de carne y hueso que firman el contrato correspondiente en cada una de sus acciones. Y al grito del primer mandamiento capitalista consumista, el pilar básico de la religión mundial del MONETARISMO: “Nosotros compramos, nosotros decidimos”, nos hemos autodenominados en los reyezuelos tiranos de este imperio moderno en la sombra a la luz del día, y se nos deja a nosotros, socios privilegiados del vasto club de los consumidores sin cerebro, a nuestros vanos y vulgares mediocres puntos de vista la última palabra de decisión sobre tan importantes cuestiones.

   Por eso la “culpa” no solo la tienen la élite VIP de los trajes grises que conocen muy bien nuestros miedos y complejos, conocen tambien nuestros instintos mas primarios y salvajes y saben que SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE vamos a elegir el intentar "creer", con nulos resultados, rellenar el vacío existencial que nos MATA antes de tomar las verdaderas decisiones y llevarlas a cabo, y todo, simplemente, por “un puñado de dólares”. Porque, claro, TODOS y CADA UNO de nosotros tenemos que comer y pagar las hipotecas...

   Así pues, por unas causas o por otras, la raza de los seres humanos, nos estamos definiendo, con nuestras pautas de conducta en relación directa con el medio en donde vivimos como un auténtico VIRUS que enferma, envenena y mata al huésped donde habita. Ante las evidencias y al tiempo, que pone todo en su sitio, a TODOS Y A CADA UNO de nosotros, no nos cabe otro final que el ser destruidos, escupidos y/o eliminados de la faz de la Tierra, sacudidos por desastres naturales o por la caída de algún meteorito gigantesco, o por una pandemia de alguna nueva enfermedad mutada después de tanta manipulación genética, o por una hambruna global por falta de recursos ante la explotación actual de los mismos, o por TODO a la vez…

El ser humano es una especie en vías de necesaria extinción ya que, tal y como se demuestra…

                                                     …NO SOMOS SOSTENIBLES.




martes, 6 de octubre de 2015


     Soy el resultado de los pecados del mundo. El típico, el corriente, un “don nadie”. Separado, divorciado, padre de unos hijos a los que no puedo ver. Parado de larga duración. Paso de los cuarenta años. No tengo ninguna probabilidad de encontrar un empleo digno en esta sociedad cada día mas competitiva. Físicamente me encuentro en la flor de la vida, estoy lleno de todo tipo de experiencias. Creo que sería muy útil para mi comunidad, pero en vez de ocupar un puesto en la cadena de la vida me veo apartado, excluido y postergado a una silenciosa prisión de impotencia.

     No tengo recursos para iniciar ninguna empresa. Soy la pescadilla que se muerde la cola. La pregunta sin respuesta. La incógnita sin resolver. Viendo pasar los días mientras la esperanza y mi fe en este mundo se agotan como las palabras, como mis pensamientos en mi mente y mientras mi luz se apaga como la bombilla que llega al día de su fecha de caducidad. Me siento colapsado.

     Echo un vistazo a mi alrededor y solo veo corrupción, estafas, timos, engaños, violaciones, extorsiones, guerras, desastres, contaminación, destrucción… El panorama que se me presenta es desolador. Y se suman las pocas ganas de luchar contra la muchedumbre de despropósitos. Grito y nadie me escucha. Mi grito de ayuda se une al de miles de millones de gritos de almas que se mueren de hambre, de enfermedades artificiales, de soledad en medio de 7 billones de hermanos. Y todos nuestros lamentos desesperados y desgarrados se confunden entre el griterío de la gran masa egoísta y ambiciosa que termina de devorar los despojos que va dejando la vasta maquinaria de la autodestrucción.

     Pero todavía me queda un cartucho. Una probabilidad ínfima, mínima, casi imposible de hacerse real. Casi un resquicio en la puerta mas grande y blindada de cualquier fortaleza…


lunes, 5 de octubre de 2015

EL RESTO

    He visto las lineas de la Vida nítidas como los meridianos ficticios de la Tierra. Entre la oscuridad casi total de lo real como negativos de una foto, las fuerzas de la gravedad, el magnetismo de los polos, la fuerza vital de cada una de las células microscópicas que componen el Todo, se me han revelado a los ojos como bancos de minúsculos pececillos tintineando en su fulgurante brillo de vida sobre el oscuro manto infinito de la muerte. Caras de la misma moneda…dos fuerzas contrapuestas forzadas a coexistir en el mismo campo gravitatorio dimensional. Vida y muerte, amor y odio, luces y sombras. Nada lo uno sin lo otro.


  Las personas como yo no tenemos futuro. Sin la mas mínima intención en atesorar riquezas ni amasar fortunas. En un mundo cada vez mas programado, calculado y cuadriculado, los pocos “locos” que soñamos con un mundo mejor somos una insignificante minoría frente a millones y millones de escuadrones de cuerpos sin cabeza ni corazón, marchando al unísono sin ningún tipo de remordimiento ni inquietud hacia el abismo del desatino, siguiendo a pies juntillas al dictador “lavacerebros” de turno disfrazado y maquillado al estilo Hollywood.

  Pero el hecho de ser minoría no nos implica debilidad, al contrario, como fuerzas contrapuestas que somos, la misma contrariedad con el bando opuesto nos implica mayor veracidad, ya que como dice el dicho “no es la cantidad sino la calidad”…

  Somos el “resto”, el grano de arroz que escapa de la cazuela al ser cocinado, el pez que salta de la red justo en el preciso momento de su captura y a pesar de toda la inmensa maquinaria construida clamando por triturar nuestra mas pura esencia, existimos y, en contra de todo lo establecido, SOBREVIVIMOS. Y son estas escasas, pero inmensas victorias contra todo pronóstico, soplos de aire fresco entre tanta basura mediatizada, las que me recuerdan que a pesar de la aplastante lógica mundana, aún merece la pena luchar por AMOR.

   
 Ya que el verdadero amor no tiene explicación, ni sentido, no depende de las subidas o bajadas de los valores en bolsa, no responde a ningún patrón ni lógica conocida. El amor verdadero es salvaje como la propia naturaleza, hermoso, puro, gracioso, lleno de luz, color y calor. Esta en la sonrisa del niño y en la de los delfines. Es la banda sonora de la vida. Es la vida y la muerte y la Vida. Es principio y el fin de todas las cosas.

El amor verdadero sencillamente ES…

 

 

lunes, 13 de octubre de 2014


     Todos y cada uno de los mas de 7 billones de almas que conformamos la raza de los seres humanos definimos a nuestra imagen y semejanza la sociedad en la que vivimos ¡TODOS!

     Así que si vivimos en este mundo lleno de guerras, conflictos de intereses, ambiciones, violencia, corrupción, contaminación y demás despropósitos es porque la gran mayoría de los seres humanos que habitamos este planeta así los alimentamos.

     Los gobernantes y la casta política por su nefasta y corrupta gestión avariciosa y partidista. Los señores de la banca y los amos del capital, tiranizando en la sombra, con su megalomanía patológica a sus congéneres, sometiendolos bajo rodillo a trabajos forzados y humillantes impuestos. Los dueños de los mercados,  con una publicidad mas que agresiva ("la voz de sus amos") arrastrando a indefensos consumidores a unos hábitos de conducta egoísta, individualizada y a la postre deshumanizante para satisfacer sus oscuros intereses ambiciosos. Los héroes del entretenimiento, las figuras del deporte, actores y artistas firmando sin temblarles el pulso contratos millonarios, pactando con el mismísimo diablo la ley del silencio impuesta por el sistema actual del beneficio, por un puñado de asquerosos dólares y simple ego. También la tibia e insípida clase media burguesa de cualquier nación del globo terráqueo se hace cómplice de esta situación, cambiando de canal, sentada tranquilamente en su sofá, vomitando de su conciencia los sufrimientos de la mayoría. Así de sencilla es la respuesta a esta caótica realidad, así es como, sencillamente, TODOS y cada uno de nosotros componemos el cuadro de esta sociedad, dandole, por esta suerte de desgraciadas circunstancias, la espalda a la verdadera necesidad.

      “Ningún ser vivo del planeta sin pan, sin techo, sin hogar”, pues este pilar básico y fundamental debiera ser la piedra angular de nuestro existir, pero esta bien claro, y cada vez mas, que no lo es. Es tal el desentendimiento (pecado de omisión) y la corrupción de todos estos procesos, que paulatinamente nos ha llevado a enfriar la cálida luz de nuestras almas, anegando hasta la mas fría oscuridad el único lugar donde vive (o vivía) la verdad primera del hombre y la mujer, sumiendo en tenebrosos rescoldos el corazón de nuestra esencia.

      Nuestra joya mas preciosa, la única piedra con verdadero valor, nos la hemos dejado olvidada en el camino en aras del falso progeso y la modernización obsesiva compulsiva...

                                                      ¿Donde se ha quedado el Amor?

     Tan devaluado y desgastado en la actualidad por su desuso, tantas veces suplantado por sucios impostores como el dinero, la fama, la falta de seguridad, la ínfima autoestima o sencillamente la frivolidad del libertinaje unidos bajo un solo nombre común que sibilinamente se nos pasa desapercibidos...el (falso) poder de la MAYORÍA.

     "Los números mandan", el ser humano confía en las estadísticas mas que en la auténtica verdad de la lógica aberrante, pues en este mundo todo es susceptible de ser discutido menos las matemáticas del "1+1=2". Los grandes líderes políticos de cualquier rincón del mundo han hecho, siempre gala de su gran inteligencia antinatural (que es la que de verdad nos mata), utilizando esta para manipular a la gran masa retorciendo la opinión pública a su antojo y engañandonos con su propagandístico lavado de cerebro "Obedeces = comes, No obedeces = No comes". Y como ya ha pasado tantas otras veces en la historia de la humanidad,  justifican, bajo el poder hipnótico de sus diabólicas matemáticas, las mayores masacres cometidas, sedando las conciencias y maquillando con sus cifras, caóticas barbaridades bajo el frío lema que hiela la sangre "Los números mandan". La dócilmente acobardada mayoría plebeya, falta de personalidad y de sentido común no entiende de números, su lema es mas simple y aterrador “Todos lo hacen, yo lo hago” mientras se escudan bajo la sombra de la apática banalidad.

  ¿Donde ha quedado entonces, el porqué tan escondido, pilar básico de nuestra existencia? Se ha quedado reducido al materialismo efímero de la complacencia mundana. El cáncer oscuro que alimenta la bestia insatisfecha de nuestro agujero negro de destrucción, contaminación, caos, vicio y perdición. Pero el ser humano, a pesar de toda su ilógica actuación, no está llamado a ser así.

     El ser humano es el único responsable directo de su destino. En todos y en cada uno de nosotros recae la culpa del estado actual del mundo como también así la satisfacción del deber cumplido por la búsqueda de la victoria y la paz, la bondad o como mínimo la justicia social.

     Y así nos va, pero todavía existe una esperanza, ya que en la relación de equilibrios de fuerzas, aún este mismo desequilibrio, incide de forma directa en el restablecimiento del equilibrio. Pues en las mismas normas del juego de la vida están insertas las mismas soluciones naturales para la victoria final.

     La historia de la raza humana nos enseña que aunque es inevitable el caer en grandes conflictos internacionales que nos arrastran al caos y a la destrucción, al igual es también inevitable que aún sumidos en la oscuridad y las sombras, el mismo ser que se precipitó al hoyo de la fatalidad, termine luchando con todas sus fuerzas y contra toda desesperanza por volver a restablecer el equilibrio perdido con todos los medios posibles.

     No podemos evitar el inicio de las guerras como tampoco sus finales y solo y únicamente llegamos a ellos porque sencillamente la gran mayoría de los seres que habitamos esta dimensión dual de materia espiritual así lo terminamos de definir.

     Solo hay guerras cuando la mayoría las apoyan y solo también, alcanzamos la ansiada paz, cuando somos mas los que la persiguen que los que no. Todo depende de nosotros. Y todo y nada es inevitable y a su vez efímero.

     La vida es un ciclo de altos y bajos y solo se baja cuando se esta muy alto y se sube cuando se esta en lo mas bajo.

     Nada es para siempre, solo permanece el alma inamovible, serena y decidida. Solo el que persevera inalterable a los fatales cambios de los tiempos, a las tormentas negras de oscuridad, solo aquel que confía en la Luz eterna que se esconde, tan solo por momentos, detrás de los fantasmales nubarrones de maldad transitoria, se salvará y será aquel que guíe el camino a la Vida a futuras generaciones venideras.

     ¿Así que porque desfallecer en nuestro empeño de florecer e iluminar con la luz de nuestra gloria? Hagamos lo que hagamos, el principio natural de la creación, al final acabará venciendo como siempre y contra todo pronóstico sobre todos los demonios, pero…

         …elegir, apoyar y alimentar la manera natural, además de una obligación para los hombres de buena fe, es, sencillamente…

                                                                  …lo mejor!

sábado, 27 de septiembre de 2014

EL CAMBIO

    


     La culpa de toda esta “crisis” no es de los partidos de cualquier ideología ni de los políticos corruptos que militan en sus filas contaminando sus principios sino de los ingenuos que los votan una y otra vez. La culpa no la tienen los bancos, ni los banqueros, ni sus prácticas usureras sino los clientes usuarios que siguen ingresando dinero en sus cajas y suplicándoles créditos e hipotecas. La culpa no la tienen los empresarios ni los sueldos miserables que ofrecen, ni los horarios esclavistas que imponen sino de los trabajadores sumisos que firman los contratos sin rechistar.

     El problema no depende de las corporaciones imperialistas ni de las multinacionales ambiciosas ni de sus precios abusivos, ni de sus campañas de marketing y publicidad agresiva sino de los consumidores pusilánimes que compran sus innecesarios productos de marca por puro complejo y baja autoestima. Ni tienen culpa ni son el verdadero problema los mercados especuladores manufacturando los alimentos y degradando la calidad de los mismos con sus técnicas de sobrealimentación artificial de los ganados y la mezcla de ingredientes químicos con el único interés del beneficio final sino de aquel que por unas razones u otras compran en sus establecimientos.

     Y al fin y al cabo, la culpa no es de los gobiernos ni de sus intereses geopolíticos, ni sus guerras por recursos energéticos, materia prima o petróleo sino de los soldados que empuñan las armas y obedecen a ojos cerrados las órdenes de sus superiores por el simple hecho de cobrar sus sueldos a fin de mes.

     Así entonces, la solución es bien sencilla pues no depende de ningún esfuerzo sobrehumano, ni de ningún puesto de trabajo relevante, ni de ser ningún personaje público importante con contactos en las altas esferas. No es necesaria ninguna respuesta en forma de revuelta violenta ni siquiera de una manifestación pacífica. No es necesario hacer ningún tipo de desembolso de una importante suma de dinero. No es necesaria ninguna campaña de concienciación en las redes sociales, ni de mítines en las plazas de los pueblos, no hace falta convencer a nadie pues empieza por UNO mismo.

     Todo depende de una elección personal AQUI y AHORA.

     ¿Quieres cambiar el mundo?



X = BENEFICIO = INDUSTRIALIZACIÓN = CONTAMINACIÓN = DESHUMANIZACIÓN = GLOBALIZACIÓN

     Ante el dantesco panorama del mundo que nos rodea y dejando a un lado la polémica discusión de la caída hasta los abismos de los valores y la mas mínima moralidad, para basar este análisis a algo mas concreto y material como es la situación actual.

     Primero y muy por delante de los demás misterios sin resolver, se encuentra la política medioambiental a la que nos vemos sometidos debido mas que nada a la nefasta gestión de las energías que nos mueven. Seguido muy de cerca por la sobreproducción sin control de desechos generados de esta pésima gestión. Y todo esto sin llegar a tratar temas tan escabrosos como los inexplicables polémicos casos de corrupción generalizada y la ambición desmedida que órbita tan evidentes frutos. La sociedad global, a la que mas por desgracia que por suerte, hemos desembocado, se define por los mismos parámetros por los que pudiésemos tratar a una plaga o un virus, matando incomprensiblemente al organismo en el que habita y por tanto, buscando su propia muerte.

     La contaminación a la que estamos sometiendo al planeta por nuestro estilo de vida y como esta se retroactiva desastrosamente imparable, pues tal y como esta concebido la rueda del progreso y los beneficios económicos, aunque por impepinable que sea la regla de tres matemática que tenemos ante nuestras narices, nos convence de que nada podemos hacer, hasta el momento, por nadar en sentido contrario por conseguir, ya ni siquiera parar, sino disminuir la emisión del CO2 resultante de la combustión de los derivados del petróleo y de todos los desechos resultantes de la manufacturación del mismo. Un grave problema del que el hombre es consciente hace ya tiempo y del que no consigue librarse de ninguna de las maneras de su fatal destino.

     Ya hace unas décadas nos planteamos el tema del reciclado pero esto a día de hoy no nos ofrece las cifras falsamente esperadas, pues a pesar de nuestros esfuerzos, tan solo conseguimos reutilizar el 10 % del total. La producción supera el proceso de reciclado, viviendo de la manera en que vivimos es materialmente imposible sobreponerse al hecho de que la mancha negra del progreso industrial se expanda cada vez mas hasta llegar un día no muy lejano al último rincón del planeta, si no lo ha hecho ya.


     Y este es solo uno de los innumerables frentes abiertos por el ser humano en su afán obsesivo por alcanzar las cotas mas absurdas en su desmedido y descerebrado camino hacia el ¿“progreso”? La imparable escalada de registros de patentes de los mas inocuos aparatos, la incesante producción de enseres y materiales con una predeterminada y programada obsolescencia, con la única y cada vez, por absurdo que parezca, a la mayor creciente demanda de apellidar industrialmente a todo proceso con el fin único de producir mas en menos tiempo para “rentabilizar” los procesos de producción y alcanzar así, cada vez, mayores beneficios.

     Pues es esta, la palabra maldita, el asqueroso, sucio, ruin y ambicioso BENEFICIO, el verdadero motor de nuestra industria. Ya que no hay que ser un gran experto en estudios económicos para hallar la incógnita a la regla de tres matemática antes propuesta, del declive y destrucción en masa de todo lo que se opone en el camino de estos concretos números. Cifras diabólicas que nos nublan el cerebro, entumecen la humanidad de nuestros corazones y nos ciega la visión del menos común de nuestros sentidos, el sentido común.

     Es absolutamente “por y para” el benéfico por el que estamos destruyendo el planeta aún a sabiendas, por el beneficio es por el cual no podemos parar de lanzar al mercado máquinas que contaminan nuestro aire, manchando nuestros océanos y envenenando a los seres vivos que habitan en ellos. Por el beneficio, esclavizamos a nuestros semejantes, los desalojamos de sus hogares, los privamos de su libertad e incluso de las necesidades mas básicas como el alimento.

     Despojamos al prójimo de todo aquello que se compra desde lo material hasta lo inmaterial, desde el esfuerzo y el sacrificio, hasta llegar a la mismísima libertad. Anteponiendo el prefijo “in” al adjetivo que mejor nos describe “humano”, dando la vuelta a la piel que nos envuelve y cayendo en la mas absoluta bajeza “inhumana” de manera subconsciente y sin rechistar. Alejándonos así de nuestra propia raza y comportándonos como auténticas bestias salvajes o peor, pues hasta los animales poseen instintos básicos de supervivencia y perpetuación de la especie que los hace sostenibles en su “irracionalidad”, mientras que los “sapiens” como nosotros, estamos comprobando, que carecemos ya de toda lógica y lo que es peor, del tan falsamente sobrevalorado, corazón.

     Justo aquello que nos diferencia del resto de la creación, por encima de la maldita inteligencia que un fatídico día se nos concedió y nos está arrastrando a nuestra propia autodestrucción. Y fue precisamente el corazón humano, la luz que debe guiarnos en nuestro caminar, lo primero que despejamos en una de estas operaciones matemáticas para anteponerlo al pu… beneficio.

     Así que hasta que no logremos superar los resultados tan desastrosos de esta absurda economía que a todas luces nos esta demostrando lo alejados que nos encontramos de nuestro verdadero ideal de humanidad, tal y como evoluciona a pasos agigantados y sin nadie que detenga a este monstruoso modelo del progreso socio-económico y al hábitat donde mora que no le quedan ni dos telediarios, estamos, irremediablemente, abocados al inevitable COLAPSO.


     Moriremos entre escombros, respirando gases tóxicos y envenenados por nuestros mismos alimentos. Nos extinguiremos ahogados en montañas de plásticos y materiales tóxicos de eterna degradación. Desaparecerán antes nuestros cadáveres que nuestros desperdicios. Y si no, al tiempo…pues el tiempo, inexorablemente, al final, pone todo en su sitio. Y nosotros no vamos a ser menos. Encerrados en nuestra burbuja de vanidad y patéticamente endiosados, nos creemos intocables ante la violación de todas y cada una de las leyes naturales que hemos ido rompiendo en nuestro camino hacia el falso Olimpo de los Necios. Pero caeremos, es mas, ya estamos cayendo como moscas, los datos lo confirman. Y nada ni nadie nos vendrá a salvar en su carro alado de fuego, nada excepto nosotros mismos, cuando por fin seamos verdaderamente conscientes del rumbo a los que nos conducen nuestros mas oscuros instintos.

     Hasta entonces, mas nos valdría construir un arca a los pocos “locos” marginales que vemos de manera tan nítida los nubarrones que nos advierten del inevitable “diluvio” que nos espera. Pues tal y como veo a la sociedad actual y su escasa, por no decir, prácticamente NULA capacidad de respuesta ante hechos y datos tan claros, no tengo ninguna esperanza en el despertar colectivo. La masa seguirá obcecada en seguir a pies juntillas al flautista del progreso y su sagrado “beneficio” y tan solo por asegurarse las lentejas de hoy olvidando las cosechas del mañana que se arruinarán por su falta de visión.
 
Y lo peor de todo, es que ya no me sorprende…


“Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero.” (Proverbio indio)