sábado, 27 de septiembre de 2014

BORREGOS SOMOS, BORREGOS FUIMOS, BORREGOS SEREMOS.


      Y yo me pregunto, ¿como hemos llegado a esto? Analizo todo lo que ha ocurrido de unos años hasta hoy. Mas o menos desde la caída de las Torres Gemelas, pues es un punto de inflexión que todos recordamos y no porque todo empezara ese fatídico día. La situación en la que ahora nos encontramos ya se empezó a gestar incluso mucho antes de que el hombre llegara a la luna. Porque si de algo estoy seguro es que está "crisis" no es fruto de la casualidad.

     Como ha cambiado el cuento hasta ahora, y como por suerte o por desgracia han quedado al descubierto todas las entrañas de este sistema al que creíamos definitivo. Como esta "Sociedad del Bienestar" que literalmente nos vendieron, se ha ido transformando paulatinamente y casi sin enterarnos ante nuestros ojos en un grotesco monstruo, como sacado de una película de serie B.

     Como el avance en ciertas ramas, sobre todo la tecnológica, han servido para tirar de otras, y como esa sociedad, mas bien, del “Biencomprar" se ha ido traduciendo en la adquisición de aparatos, máquinas y enseres de nombres impronunciables, ayer innecesarios y hoy imprescindibles. Y como para ello nos hemos visto obligados a entendernos con los usureros prestamistas oficiales, como hemos firmado nuestras cadenas perpetuas avalando con nuestras mas sagradas posesiones atesoradas con el sudor de generaciones por la insana afición a la adquisición de productos de obsolencia programada con un año de garantía. Y como de manera incomprensible el rodillo de los poderosos nos han ido apretando las tuercas progresivamente hasta casi el desquicie global, la apatía general y la ya innegable contaminación medio-ambiental.

     Recuerdo las revueltas de la primavera africana, el 15 M, Ocuppy Wall Street, recuerdo como en un momento dado el tejido de la sociedad internacional se resquebrajó y perdió su equilibrio. Ahora compruebo, como de manera sutil, hemos vuelto todos a nuestras rutinas, a una extraña normalidad, como si aquí no hubiera pasado nada. Y mientras los máximos responsables de todas estas injusticias han salido de rositas y han escapado, de manera incomprensible, del lógico linchamiento social y como además de mantener sus puestos y privilegios, han seguido amasando indecentes fortunas.

     Me pregunto si es que en verdad no pasó nada, si lo soñé, o si a lo mejor tampoco fue para tanto. Todos los claros casos de corrupción, el descarado flirteo de la política con la banca y esta con los mercados, el “ménage à trois” de estos y los jueces con los poderosos implicados. Y por otra parte, las víctimas desahuciadas, los despidos masivos, el cierre de negocios, fortunas públicas en paraísos fiscales, blanqueos de dinero y para colmo, el surrealista rescate a la banca, principal culpable del descomunal descuadre económico, el cual actualmente, y a pesar de todos los esfuerzos y sacrificios, todavía se cifra en billones de euros.

     Y mientras, todos nuestros amados líderes nos animan desde sus balcones vips, con las ya tan manoseadas arengas del "arrimemos el hombro", "salimos todos juntos a una" nos invitan a emular a las estrellas del deporte. Tampoco llego a explicarme como con un mundial de fútbol, o de basket, o final de master de tenis, o con cualquier otro entretenimiento televisivo nos han hecho desviar la atención mientras que todo sigue igual o peor. Suma y sigue...

     Definitivamente todo fue un sueño, nos han metido en el cerebro el chip de la crisis sin anestesia y todos como borregos la hemos terminado de aceptar asumiendo nuestro rol y pagando las consecuencias. Padres que no pueden alimentar a sus hijos, colas interminables en los comedores públicos y en los bancos de alimentos, familias sin ningún tipo de ingresos expulsados de sus hogares, abuelos manteniendo a hijos y nietos con escasas pensiones, suicidas arrojandose por las ventanas de casas de las que iban a ser deshauciados. Y los mas "afortunados” trabajadores, esclavos modernos, cubriendo su cuota de culpa con horarios intempestivos y sueldos a la baja, recortes de unos derechos y libertades a los que tanto costó llegar, subidas de impuestos y ese largo etcétera que se resume en discursos con palabras que debieran estar descatalogadas del diccionario como déficit, inflación, recesión y bla, bla, bla...

     Y aún tenemos que dar gracias a San FMI y al Arcángel BM que nos confiesan de nuestros pecados derrochadores por vivir por encima de nuestras posibilidades. Y mientras nos sermonean desde sus palacios, con mano de hierro y bajo el amenazante látigo del desempleo y la pérdida de todas nuestras necesidades más básicas, nos hacen cumplir a pies juntillas sin rechistar nuestra tan “merecida” penitencia. Y como siempre, el ciudadano de a pie, vuelve a cuadrar las cifras que todos estos reyezuelos se han comido, bebido, esnifado y a fin de cuentas, chuleado en playas tropicales a bordo de sus yates de lujo.

     No nos importa, "semos" así de buenos y ademas pensándolo, ¡podría haber sido peor! Bastante bien se han portado los cuerpos de seguridad del estado con los "cuatro perroflautas” marginales antisistemas insatisfechos que han tenido la osadía de salir a las calles a romper escaparates e incendiar los cubos de basuras. Lo que digo, la historia de siempre.

¡NOS HAN ACOSTUMBRADO DURANTE TANTO TIEMPO A SER ESCLAVOS QUE YA NO NOS ACORDAMOS COMO SER LIBRES!

     Así estamos mas guapos calladitos. Calladitos y entretenidos con nuestras penas, nuestro fútbol, hobbys varios, o haciendo una escapada de fin de semana, tirando de tarjeta, después de terminar de cuadrar los números rojos de las facturas que no paran de crecer…Ya cambiará este gobierno por otro mejor...

¡AMEEEEEN, BEEEEEE, BEEEEEE, BEEEEEE!

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